La acupuntura es uno de los métodos tradicionales de curación más antiguo.
El “Nei Ching” o “Clásico de la medicina interna del Emperador Amarillo”, es el más antiguo de los textos conocidos de acupuntura, se cree que fue escrito entre los años 2697 y 2596 a. de C. En el siglo XVII llegaron a China misioneros jesuitas con la intención de propagar el cristianismo en el lejano Oriente y aunque no tuvieron mucho éxito en esta campaña, regresaron provistos entre otras cosas, de increíbles historias de médicos chinos que curaban enfermedades por el procedimiento de insertar agujas bajo la piel de los pacientes. En 1884 el emperador Taokuang prohibió la práctica de la acupuntura a los miembros de la familia imperial residentes en palacio, esto hizo que la práctica de la acupuntura quedara relegada al pueblo en manos de los llamados “médicos descalzos” chinos. |
NEI CHING, "Clasico de la Medicina interna del E`mperador Amarillo"
Fue Mao Tsetung quien de nuevo reintegro la acupuntura, durante la “Larga Marcha” de 1934-1935, el ejército rojo de Mao redescubrió la utilidad de la acupuntura para la conservación de la salud de tan numerosas legiones, de este modo los soldados se salvaron de enfermedades y epidemias, pese a la gran dureza de las condiciones en que se veían obligados a vivir y combatir.
De donde Mao saco la conclusión de que la acupuntura seria un paso esencial en la creación de la nueva china; poco a poco la acupuntura fue readmitida en la corriente principal de la medicina china. En Occidente la acupuntura se empezó a aceptar como consecuencia directa de las investigaciones que vinculaban la analgesia obtenida con la liberación de endorfinas en el sistema nervioso central. El modelo basado en las endorfinas proporcionaba a los teóricos la primera prueba experimental concluyente sobre la existencia de alguna relación entre la acupuntura y las vías conocidas de transmisión del dolor en la medula espinal y el cerebro. |